Estados Unidos enfrenta una crisis de CO2 que tuvo un impacto significativo en varios sectores. Las razones de esta crisis incluyen cierres de plantas por mantenimiento o bajas ganancias, impurezas de hidrocarburos que afectan la calidad y cantidad de CO2 de fuentes como el Jackson Dome, y una mayor demanda debido al crecimiento de la entrega a domicilio, los productos de hielo seco y los usos médicos durante la pandemia.
La crisis tuvo un efecto profundo en la industria de alimentos y bebidas, que depende en gran medida del suministro comercial de CO2 de alta pureza. El CO2 es crucial para enfriar, carbonatar y envasar productos alimenticios para mejorar su vida útil y su calidad. Las cervecerías, los restaurantes y las tiendas de comestibles enfrentaron dificultades para obtener un suministro adecuado.
La industria médica también sufrió, ya que el CO2 es esencial para diversas aplicaciones, como estimulación respiratoria, anestesia, esterilización, insuflación, crioterapia y mantenimiento de muestras de investigación en incubadoras. La escasez de CO2 plantea riesgos importantes para la salud y la seguridad de pacientes e investigadores.
La industria respondió buscando fuentes alternativas, mejorando los sistemas de almacenamiento y distribución y desarrollando nuevas tecnologías. Algunas empresas invirtieron en plantas de bioetanol que generan CO2 como subproducto de la fermentación del etanol. Otros exploraron tecnologías de captura y utilización de carbono (CCU) que convierten el CO2 residual en productos valiosos como combustibles, productos químicos o materiales de construcción. Además, se desarrollaron productos innovadores de hielo seco con aplicaciones en la prevención de incendios, la reducción de emisiones hospitalarias y la gestión de la cadena de frío.
Esta es una llamada de atención para que la industria reevalúe sus estrategias de abastecimiento y aproveche nuevas oportunidades e innovaciones. Al superar este desafío, la industria demostró su resiliencia y adaptabilidad a las condiciones cambiantes del mercado y las demandas de los clientes. El futuro del CO2 es prometedor y potencial, ya que continúa brindando numerosos beneficios en diversos sectores de la economía y la sociedad.
Hora de publicación: 22 de agosto de 2023